
POBREZA EXTREMA EN LATINOAMÉRICA | La mas alta en los últimos 20 años según la CEPAL
4 marzo, 2021Uno de cada tres latinoamericanos vive bajo el umbral de la carestía moderada y ocho de cada diez es vulnerable, según la Cepal. El virus ha hecho estragos.
Para nadie es un secreto que la pandemia de la covid-19 ha profundizado aún más las ya de por sí enormes brechas estructurales en América Latina y el Caribe. En un momento todavía de “elevada incertidumbre, en el que aún no están delineadas ni la forma ni la velocidad de la salida de la crisis”, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) calcula que la pobreza extrema, la forma más lacerante de carestía en la que no están cubiertas las necesidades más básicas, habrá escalado hasta su nivel más alto desde el año 2000. El 12,5%, uno de cada ocho latinoamericanos, está ahora en esa situación; más de un punto porcentual más que hace un año, cuando una crisis sanitaria era una opción remota, y casi cinco puntos más que en 2014, cuanto tocó el punto más bajo de siempre, en el 7,8% de la población. Antes de la covid-19, el porcentaje de personas en esa situación ya llevaba un lustro de crecimiento ininterrumpido, pero el virus ha sido la puntilla final a esta preocupante tendencia.
Las medidas de protección social de emergencia que se han adoptado en prácticamente toda la región han contribuido a paliar el severísimo golpe del coronavirus sobre los siempre volátiles mimbres económicos y sociales latinoamericanos. Pero no ha impedido un aumento igualmente notable en el caso de la pobreza moderada, que afectaba a finales de 2020 a uno de cada tres habitantes del bloque —el 33,7%—, más de tres puntos porcentuales que un año antes. Hay que remontarse a 2006, en el ecuador del superciclo de las materias primas que permitió a los Gobiernos desplegar una inédita batería de medidas de corte social gracias a las cuales millones de personas pudieron mejorar drásticamente su calidad de vida y ensanchar la base de la clase media.
América Latina y el Caribe es una de las regiones más golpeadas por el coronavirus, tanto en número de casos como en muertes. Con poco más del 8% de la población mundial, hasta diciembre del año pasado acumulaba casi uno de cada cinco contagios y, atención, más de uno de cada cuatro fallecidos a escala global. Unas cifras “tremendas”, en palabras de la secretaria ejecutiva del organismo, Alicia Bárcena. Tamaño zarpazo humano ha derivado en una crisis inédita tanto en lo económico como en lo social, que en la región se ve agravada por lastres históricos como la inequidad —sigue siendo la más desigual del mundo—, informalidad laboral —un indicador en el que también es líder global—, desprotección social y vulnerabilidad. Un caldo de cultivo que amplifica cualquier choque y que amplifica sus efectos negativos sobre las capas menos afortunadas de la sociedad, tal y como resalta el Panorama Social 2020 presentado este jueves en Santiago de Chile por el brazo de Naciones Unidas para el desarrollo en el bloque.
Con una curva demográfica que todavía dibuja una pendiente positiva, en términos absolutos las cifras son aún más impactantes. Según las cifras de la Cepal, el número total de personas bajo el umbral de la pobreza será de 209 millones a finales de 2020, 22 millones más que a cierre de 2019. De ellos, 78 millones serán pobres extremos, ocho millones más que un año antes. Ocho de cada diez latinoamericanos viven hoy en situación de vulnerabilidad, con ingresos equivalentes a tres o menos de tres salarios mínimos.